Con el insoportable calor del verano en Córdoba que supera a diario los 40ºC, hay que refrescar a los animales a menudo.
En el albergue no iba a ser menos… ¿Por qué no hacerlo con un helado?
Muchas frutas no son dañinas para los perros, además contienen mucha agua y vitaminas.
Solo basta trocearlas, cubrirlas de agua en un recipiente y congelar. Después solo queda partir en trozos y listo para que se tiren un rato lamiendo y disfrutando.
Hoy algunos de nuestros gordetes se lo han pasado genial, sobre todo NORA!!

La asociación Amigo Fiel, que ha abonado los gastos veterinarios, se hace cargo de la perra de aguas que viajó varios kilómetros en el parachoques de un coche tras ser arrollada a la altura de El Higuerón
No tiene nombre, pero sí una historia digna de contarse. La perra de aguas que sobrevivió ayer varios kilómetros en el parachoques del coche que la atropelló a la altura de El Higuerón, ha sido acogida por la protectora de animales Amigo Fiel, que esta misma mañana se encargó de recogerla en la clínica veterinaria de República Argentina, a donde fue trasladada en la tarde de ayer por el conductor que la atropelló.
Según señalaron desde la clínica, a falta de realizarle más pruebas, la perra, de unos dos años, se encuentra en buen estado y solo presentaba lesiones en una de sus patas delanteras; todo una suerte teniendo en cuenta que llegó, pasadas las 19.30 horas, enganchada en el parachoques del vehículos y que fue necesaria la intervención de los Bomberos para rescatarla del coche.
A partir de ahora, la citada protectora, que se ha hecho cargo de todos los gastos veterinarios, se encargará del tratamiento veterinario y de comprobar que, como parece, la perra no tiene dueño. “Los síntomas que aparenta son de estar en situación de abandono”, señalaron desde la protectora que, tras cumplimentar los respectivos trámites de comprobación y, una vez que el animal esté recuperado, se encargará de buscarle un hogar.

EL AMIGO FIEL quiere dar las gracias a tres de nuestros estupendos voluntarios que colaboraron para la fotografía del periódico, ellos son (de izquierda a derecha): Paqui Luna, Jose Yerro y Ángela Soler. 
Como no, también a nuestros gordetes del albergue, MASK y BEGGA que se portaron genial para la ocasión y recordamos que están a la espera de poder ser adoptados.

EL AMIGO FIEL hoy quiere hacer un agradecimiento muy especial, va dirigido a la Clínica Veterinaria VETA de Córdoba. 
Son muchas las Protectoras de animales que van probando de clínica en clínica para llevar a sus animales y suele haber descontento por muchas razones (trato de segunda, tarifas no ajustadas, falta de interés, etc) al igual que son muchos los veterinarios que acaban quemados de las Protectoras por los problemas que les originan como facturas sin abonar, la falta de confianza en algunas de sus valoraciones clínicas,  la exigencia de unos precios que no son asumibles por parte de ellos, etc. 
Hace tiempo conocimos a la clínica veterinaria VETA, desde entonces estamos más que satisfechos por el trabajo que realizan, por ser unos magníficos profesiones, serios, íntegros, comprometidos y con iniciativa. 
Gracias a ellos hemos podido realizar Campañas de Esterilización con unos estupendos resultados, Campañas contra la Leishmaniosis, Campañas Antiparasitarias y sobre todo, por atender a los animales de nuestra Asociación con un trato excelente y de primera.
Por supuesto, el trabajo bien hecho se basa en una relación honesta y ética entre clínica veterinaria y Protectora.
Por todo esto y por confiar en EL AMIGO FIEL desde el primer momento, damos las gracias a todo el equipo humano que forma la clínica veterinaria VETA:
Alberto Barra, Mª José Delgado, Rafi Gazquez, Francisco Zafra y Juan Berciano.
¡¡ Deseos Concedidos !!
Gracias en nombre de EL AMIGO FIEL de Córdoba por conceder todos los deseos a los animales de nuestra Asociación.
Estamos muy contentos, porque se ha podido comprar todo para cada uno de ellos e incluso algunos regalos extras que les han llegado.
Esto no hubiera sido posible sin nuestros amigos, que son los que lo han hecho realidad.
Por ser comprometidos con nuestro proyecto, apoyar nuestro trabajo y regalar sonrisas a nuestros gordetes, muchísimas gracias a:
**   Ana Ariza   **   Julio Cáceres   **   Ana Mª Guerricaechevarria   **   Mª Jesús Zabalo   **   
**   Margarita Sánchez   **   Cristina Del Olmo   **   Paqui Luna   **   Francisca Heredia   **
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¿ Me concedes este deseo ? 
“No tenemos sueños baratos” es el lema de un anuncio en televisión, que sirve con total seguridad para casi todas las personas…
Pero no para los animales, no para nuestros gorditos que se conforman con muy poco. Muchas veces conceder deseos no es cuestión de hacer un gran desembolso de dinero. 
Mientras que esperan un hogar donde ser felizmente adoptados, ¿por qué no hacerles la vida más fácil? 
Si quieres concederles un deseo, tienes la opción de hacerlo realidad comprándolo tú mismo y haciéndonoslo llegar o bien realizando un donativo para que nosotros podamos comprarlo por ti.
Tenemos deseos de todos los precios, ¿te animas a conceder uno?

Hemos recibido esta donación por parte de QUISSOS para nuestros gordetes.
Agradecemos desde EL AMIGO FIEL todo este material que nos viene muy bien para nuestro albergue.
Entre las cosas que nos han enviado destacamos pienso específico, correas y arneses, pipetas, juguetes, cepillos y un largo etc.
Gracias por la labor que hacéis.
BEGGA por fin está ya con nosotros. Ayer domingo la recibimos en Córdoba.
Está muy delgada y tiene que recuperarse aún del tiempo que ha estado pérdida sin comer ni beber.
Desde que la encontraron ha estado recibiendo todo el cariño y atención por parte de nuestros amigos de SOS GOLDEN que nos hicieron un hueco en su refugio. Les agradecemos todo lo que han hecho por ella.
BEGGA es toda una superviviente, ha vagado kilómetros por la montaña y por bosques. Por la zona donde se perdió estuvo tiempo escondida, suponemos que esperaba que la encontrásemos… pero pasados los días, el hambre y el agotamiento hicieron que sacara fuerzas para emprender el viaje hasta un lugar donde fuera visible para cogerla, salió de la montaña hasta llegar a otro pueblo.
En este viaje, además de la desesperación y la angustia por encontrar a BEGGA, fueron muchas las personas con las que contactamos y las gestiones que realizamos, hemos recibido mucho apoyo de personas anónimas, propietarios de fincas que nos dejaron estar horas en ellas para buscarla, incluso un cazador de la zona que hizo batidas en la montaña con sus perros de manera totalmente altruista.
Además el viaje para rescatar a BEGGA nos ha servido para formular denuncia contra una Protectora de Tarragona, la cual se está tramitando por vía administrativa y penal por unos hechos muy graves a nuestro juicio que presenciamos.
Por último, nuestro más sincero agradecimiento a Francisca Heredia y Margarita Sánchez por su ayuda económica, ayuda que nos ha permitido poder afrontar parte de los gastos del rescate de BEGGA.
Y mención especial a nuestro podenco DANKO que se ha portado como un campeón en la búsqueda para encontrar a su compañera BEGGA.

Hoy damos de nuevo las gracias a SAMOJEDEN NOTHILFE por su donativo, ya que gracias a él hemos podido comprar todo este pienso para los animales de nuestro albergue.
Gestos como este son de agradecer enormemente cuando a día de hoy es muy difícil que alguien se quite simplemente de tomarse un café al mes para donar ese dinero a una Asociación.
Es muy complicado mantener una entidad de protección animal, instalaciones, gastos veterinarios, transportes, mantenimiento, manutención… y un largo etc, por lo que ayudas para los gastos básicos, como puede ser el pienso para el albergue, es una gran ayuda.
Nuestros compañeros alemanes así lo han querido ayudando a nuestros animales con su donativo.
Morir en una perrera es morir entre muros fríos, sin unos ojos compasivos ni una pizca de ternura, que alivien la angustia de enfrentarse a lo desconocido. Morir en una perrera es morir dos veces, pues el golpe final se abate sobre el abandono, el desamparo, el llanto. El rito siempre es el mismo: unos pasos, el sonido de una llave, un breve paseo, a veces una caricia, una aguja y un leve parpadeo que anticipa una oscuridad infinita. Las estrellas se enfrían mientras el cuerpo se desmorona. La mirada se desprende como un pájaro que se cae de una rama, abatido por una helada furtiva. El corazón se apaga como una canción de cuna que gime sobre un lecho vacío.
Morir en una perrera significa precipitarse en el olvido. Nadie te recordará sobre la orilla tendido, bebiendo la brisa que refrescaba tu garganta. Nadie te recordará ladrando detrás de una cometa. Nadie recordará tu silueta ondulándose entre el aire y la espuma. Nadie sabrá que las paredes del mediodía se encendían para ti y que la lluvia caía para que los caminos se llenaran de charcos y tu imagen pudiera romperse en mil pedazos. Nadie sabrá que el sol se divertía contemplando cómo saltabas para morder el cielo y sentir el frescor inaudito de las alturas. Nadie escuchará tus ladridos impacientes, divertidos, atolondrados, espantados. 

Ya no asustarás a las palomas, que caminan por los parques con torpeza de pingüinos. Ya no temblarás de miedo, con el estrépito de los truenos. Ya no te refugiarás entre unas piernas, sobrecogido por esos cohetes que parecen huir de la infinita crueldad de los hombres. Te espera la noche con sus aguas oscuras. Te espera el viento, que jugará con tus cenizas. Te espera la Luna, que abrirá sus entrañas para acoger tus huesos. La Luna es un gran cementerio que sepulta a los infortunados. Los entierra con sigilo, con respeto, con plegarias de sombra, con pasos lentos. Los entierra en una eternidad silenciosa, que murmura nombres y evoca sueños. Los entierra con esperanza, con ternura, pensando en deslumbrantes claridades que anunciarán la resurrección de los que murieron aturdidos, humillados, desarraigados, desolados.
La eternidad no vendrá para todos. La eternidad está reservada para ti, que abriste los ojos y notaste una mano humana. Primero, su blandura; después su dureza. No temas a la muerte. La muerte nos llama a todos. No importa dejar de respirar. Importa saber que los desventurados, los que mueren entre extraños, regresan cada primavera. Tus lágrimas incrédulas regresarán convertidas en un río tumultuoso. Tus aguas violentas despertarán a los que te abandonaron en una carretera, celebrando tu desconcierto. Tus aguas son el clamor de los que conocieron la sed, el hambre, la perplejidad, el miedo. Durante días, avanzaste entre espinas, subiendo y bajando laderas, cobijándote entre sombras y piedras, incapaz de comprender la aspereza de unos hombres que te ahuyentaban con palos y piedras. Dormiste bajo un cielo enlutado, con estrellas de piedra fría, preguntándote qué harías al siguiente día. El sol te despertaba aterido, con telarañas en los ojos y el estómago hundido. Los pájaros se asombraban al contemplar tu delgadez y tu aflicción. Ya no te fiabas de los hombres. Eras un espectro, que deambulaba entre campos de trigo. Sólo tenías dos años, pero sentías el lastre de una pena antigua. Ya no tenías alma, sino una herida que se ensanchaba cada día.
No podrías explicar cómo, pero regresaste a la ciudad donde habías crecido, pensando que el rojo violento de la aurora se habían inventado para ti. Al principio, no reconociste tu ciudad. Nunca había visto esas casas, con paredes de cartón y tejados de uralita. Nunca habías visto esas fogatas, rodeadas de niños con las caras tiznadas. Les miraste a los ojos y descubriste la misma incertidumbre, el mismo temor de haber nacido en un mundo que te cierra las puertas. No te atreviste a mendigar pan, no te atreviste a suplicar un poco de calor. La desgracia no siempre es amable. Seguiste caminando por un arcén estruendoso, que temblaba bajo el peso de enormes camiones. Ya conocías el asfalto, pero nunca habías experimentado su dureza en la hora más alta del mediodía. Notaste que ibas dejando unas huellas granates, un rastro que nadie seguiría, pues nadie te buscaba y a nadie le preocupaba tu destino. Por fin vislumbraste los edificios, los parques, las calles llenas de gente. Avanzaste entre la multitud, te detuviste ante unos desconocidos, les miraste, te ignoraron, continuaste tu camino hacia ninguna parte. Te tumbaste bajo un castaño y dejaste que una leve brisa refrescara tus ojos enfebrecidos. Al poco rato, aparecieron unos hombres. Se acercaron con un lazo, poco a poco, como si temieran que les hicieras daño. Una cuerda se ciñó a tu cuello y te obligó a levantarte.
Te trasladaron en un furgón, con otros perros en el filo de la nada. La nada es morir sin que otros lamenten tu ausencia. La nada es morir sin poder decir adiós porque nadie se ofreció para estar a tu lado. Pasaste unos días en un suelo helado, con unas rejas velando tu miedo, tu angustia, tu resignación a no ser y a no ser recordado. La muerte llegó como una sombra que penetra silenciosamente en una habitación y se tumba en el suelo, esperando que la noche borre su presencia. La muerte se bebió tu alma y dejó tu cuerpo inerte, con los parpados vencidos. Una bolsa negra fue tu mortaja y un vertedero tu última morada. No eres más que eso para los hombres: un despojo, un desperdicio, algo que fue y no mereció existir. ¡Qué horrible mentira! Tú no eres esos restos que esperan ser incinerados con toneladas de basura. Tú eres la luz que incendia la tierra, la dulzura que no se extingue, la inocencia que nunca se malogra, el viento que nos desordena el pelo y nos recuerda que hay un mañana. Un mañana donde tú nos esperas, libre al fin de la miseria humana, corriendo por una orilla infinita, que ofrece a tus pies doloridos su blandura de playa embriagada de mar, brisa, sol, risa, espuma. Hasta entonces, volverás cada primavera, como un río que regala abrazos y esperanza, feliz de sembrar la dicha a su paso.
Fuente: RAFAEL NARBONA

Así se han despertado hoy nuestros gorditos, con una gran sorpresa: los Reyes Magos han pasado por el albergue.
Hoy es un día en el que la mayoría de los hogares están llenos de regalos. Un día, en el que los Reyes Magos se han acordado de que hay animales que no tienen una vida fácil, en este caso, los animales de nuestra Asociación.
Nuestros gorditos no tienen el calor de un hogar, están a la espera de ello, por eso luchamos. Pero mientras que esperan su oportunidad, ¿por qué no hacer sus vidas más llevaderas?
Camitas para tirar las rotas, arneses para sus paseos, pelotas para jugar, chuches para disfrutar, transportin para los más peques y una furgoneta para sus traslados al veterinario y todo lo que se necesite en el albergue.