¡ADOPTADO! – De una bolsa de plástico a un chenil.

Eras tan pequeño que ni siquiera pudiste ver la bolsa donde un monstruo te metió, la cerró bien para que murieras con tus hermanos, se tomó su tiempo para esconderla y asegurarse que nadie te encontrara.
Falló en su intento y te salvamos. Te criamos a biberón y abriste los ojos en una casa, pero por poco tiempo… después vinieron 4 largos años de espera en el chenil de un albergue.
Nadie te va a devolver ese tiempo de espera, por mucho que hayamos intentado darte lo mejor, quererte y cuidarte, no nos vamos a engañar, no te estábamos dando lo que te prometimos hace 4 años.
Te hacías polvo la nariz saltando en tu chenil cuando era la hora de entrar, lo sentimos en el alma, pero es lo que te podíamos ofrecer. Eras un podenco, como tus hermanos y eso significaba llevar la marca del olvido.
Pero de repente, un día te llevamos a una casa con gatos, para ver tu reacción con ellos, no nos esperábamos menos de ti, porque siempre has sido un perro estupendo y fue genial. Ya te extrañaste demasiado cuando a los días te bañamos, cosa que nunca te gustó y te echamos colonia para ponerte guapo…
Ahí empezó tu nueva vida, teníamos una sorpresa para ti: DUQUE, te habían adoptado.
Tu nueva familia vino desde la otra punta de España para recogerte en persona y te llevaron a lo que hoy es tu hogar, tu casa donde juegas todos los días rodeado de más amigos y lleno de cariño. Ahora corres libre, ya no tienes que entrar a un chenil cada día.
Damos las gracias a Elena por darte una oportunidad, abrir las puertas de su casa y de su corazón. También a Iztiar y Roberto por hacer esto posible, GRACIAS por todo lo que habéis hecho.
Ahora toca ser feliz DUQUE, te lo mereces.
…………………………………………………………………………..
De una bolsa de plástico a un chenil.
Hace más de 4 años que rescatábamos a este precioso podenco. Hace más de 4 años que abrimos esa maldita bolsa amarilla donde lo habían dejado junto con sus hermanos para que murieran agónicamente. Los salvamos a tiempo, los criamos a biberón, los vimos crecer, estuvimos en sus buenos y malos momentos y les prometimos una vida donde nadie más les robaría su dignidad. Pero hace ya más de 4 años que hicimos esa promesa y no la hemos cumplido.
Lo hemos intentado todo y DUQUE sigue pasando sus días en un chenil del albergue. Su lacra es su raza. No es un labrador, no es un perro de aguas, no es un yorkshire, no es un golden, ni siquiera es un galgo…. es solo un podenco, único e irrepetible, pero solo eso: un podenco. A DUQUE le pasa factura tanto tiempo vivido en el albergue, por lo que volvemos a pedir una adopción o acogida para que conozca un hogar.
Se entrega con seguimientos, contrato, microchip, vacunas, pasaporte europeo, esterilización, analíticas y revisión veterinaria. Se puede trasladar a cualquier parte de España.